Dos días rápidos

Nos espera un lardo fin de semana de velocidad en su Templo: Monza. Este es uno de los circuitos que más de gustan para ver las carreras junto al de Gilles Villeneuve. Para los que sepáis como me gusta la velocidad, no tengo que deciros que haría si pudiera ver la carrera sola, verdad? Ahí con la camisa de los findes y mis short-shorts, jajaja, Uhm!

En pleno territorio Ferrari. Seguro que ganan, pero a ver si saca algo Alonso, que me cae algo mal como persona, pero, que leñe, es de los nuestros. Me cae mejor Pedro M. de la Rosa, a ver si llega otra vez al podio.

Por lo demás, hoy no tengo mucho de que hablar, salvo que he conseguido esquivar a los vecinos cuando bajaba de casa. No, no les tengo ningún miedo, pero me da asco cruzarme con ellos. No les debo nada, ni tengo por que pasar al lado de ellos mirando al suelo, ni mucho menos cambiarme de acera. Sigo como si no estuvieran, pero si no los veo, mucho mejor. Menos mal que no salté el último escalón para llegar al portal antes del ascensor, el tacón de este zapatito está viviendo sus últimos telediarios. Que mal que me pillaran así, y sin tacón…

Os deseo un buen finde.